La relación entre Cuba y África es un vínculo profundo que trasciende el tiempo y las distancias, representando una lucha compartida por la soberanía y la dignidad. Este año, Cuba conmemora múltiples aniversarios del establecimiento de lazos diplomáticos con varios países africanos, un hito que reafirma el compromiso de la isla con sus raíces africanas y su papel en la historia de un continente que ha luchado valientemente por su independencia. En este contexto, el vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, expresó en el acto central por el Día de África, celebrado en el Memorial José Martí, la significancia de estos lazos forjados en la lucha contra el colonialismo, el racismo y el Apartheid, con el ejemplo y conducción del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
En su discurso, Valdés Mesa recordó cómo la fraternidad entre Cuba y África se cimentó a través de sacrificios compartidos en los campos de batalla, donde cubanos y africanos unieron sus esfuerzos y pasión por la libertad. La conexión entre ambos pueblos no es solo un hecho histórico, sino un testimonio vivo de la resistencia y la unidad ante la opresión. Al evocar a los esclavos sublevados, los cimarrones y los mambises de sangre africana que se alzaron contra el colonialismo español en Cuba, el vicepresidente subrayó la importancia de recordar a aquellos que lucharon por un ideal común: la dignidad humana y la autodeterminación.
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A medida que se intensifican los ataques contra la cooperación médica internacional, Valdés Mesa reafirmó el compromiso de Cuba de mantener su colaboración en más de 27 países africanos, destacando la formación de más de 10,000 estudiantes en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM). Este esfuerzo no solo refleja el altruismo cubano, sino también una responsabilidad moral hacia el continente que ha sido un aliado en la lucha por la justicia y la equidad.
Rosalie Kama Niamayoua, embajadora de la República del Congo en La Habana, se sumó a esta celebración al resaltar las coincidencias y posiciones comunes que sostienen a Cuba y a África en los foros internacionales actuales. Su reafirmación de la solidaridad con el pueblo cubano, frente a los constantes asedios de la administración estadounidense, refleja una condena inequívoca a las injusticias que ambos sufren. Este aspecto resalta no solo un sentido de hermandad, sino una lucha compartida en el ámbito global por un mundo más justo y equitativo.
Cada 25 de mayo, el Día de África invita al mundo a reflexionar sobre la diversidad cultural, la riqueza natural y los desafíos que aún enfrenta el continente. Es un momento para celebrar no solo el pasado, sino también para abrazar un futuro lleno de esperanzas. La historia de la relación entre Cuba y África es un recordatorio poderoso de que la unidad, la resistencia y la solidaridad son pilares fundamentales para enfrentar las adversidades del presente y construir un mañana más brillante.
En conclusión, la conmemoración de los lazos entre Cuba y África es un tributo a una historia compartida de lucha y resistencia. La reafirmación de estos vínculos nos invita a reconocer la importancia de colaborar, no solo como naciones, sino como pueblos que comparten un destino común. Que la celebración del Día de África sirva como un faro de esperanza, uniendo a todos aquellos que buscan justicia, reconocimiento y paz en un mundo que a menudo parece dividido.
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