La Cumbre del Mercosur con sesiones los días 2 y 3 de julio de 2025 marcó, ente otras cuestiones, el relevo de la presidencia pro tempore del grupo. En la Argentina del presidente Javier Milei, quien asumió en los últimos meses esa otra responsabilidad, aconteció el encuentro. Pero ni en ese contexto de diplomacia aparentó felicidad y buenos modales.
Mientras Luiz Inácio Lula da Silva defendió el bloque como “herramienta estratégica” para la soberanía sudamericana, criticando la visión “mercantilista cortoplacista”, Milei mantuvo su retórica anti-Mercosur, calificándolo de “distorsión proteccionista” y abogando por desmantelar el arancel externo común para permitir acuerdos bilaterales con países como Estados Unidos. Y lo hace, como afirma el politólogo Atilio Borón, "cegado por su ideologismo anarco-capitalista", siguiendo gozoso al tren de la potencia en declinación y rehúsa incorporar la Argentina a los BRICS, es decir, al futuro, haciendo caso omiso del hecho que la gravitación de éstos en el PBI mundial es ya mayor que la del G7".
Sí, porque ante esta realidad quiere el mandatario que su país abandone el Mercosur, soñando que la Casa Blanca abrirá sus puertas de par en par a los productos argentinos haciendo excepción al feroz proteccionismo decretado por Trump.
La reciente Cumbre del Mercosur será también recordada por el gesto político de alto valor simbólico que hizo el presidente brasileño, aprovechando el viaje. Lula visitó a la exdignataria Cristina Fernández en su departamento del barrio porteño de Constitución donde cumple prisión domiciliaria. Es el primer jefe de Estado en encontrarse con la expresidenta, después de las acusaciones que se han hecho en su contra.
Por otra parte, durante la jornada el miércoles, se anunció oficialmente que el Mercosur y el grupo europeo EFTA (Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza) han finalizado las negociaciones para establecer un Tratado de Libre Comercio. Reseñan medios internacionales que este acuerdo abarcará un área mercantil de 300 millones de personas y un PIB de 4,3 billones de dólares.
Además de Lula, asistieron a la cumbre los mandatarios Yamandú Orsi (Uruguay), Santiago Peña (Paraguay) y Luis Arce (Bolivia), junto a delegaciones de Estados asociados e invitados a quienes seguro alcanzó las malas energías del anfitrión.
Debilitando su rol de presidencia pro tempore, Milei dijo que el Mercosur "no es prioridad", pero ya hora de que pasara el batón a Lula, quien usará su peso geopolítico para mantener vivo el bloque, aunque priorizará alianzas estratégicas fuera de ese contexto, para beneficio de varios países y no de unos pocos.
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