El bloqueo económico, comercial y financiero que Estados Unidos impone a Cuba desde hace más de seis décadas no solo es una cuestión de política exterior; es un acto que afecta la vida cotidiana de millones de cubanos. Este cerco, que muchos consideran un acto de genocidio, ha generado un impacto profundo en la economía y el bienestar del pueblo cubano, limitando su acceso a recursos esenciales y fomentando un clima de aislamiento.
Sin embargo, en medio de esta adversidad, la solidaridad internacional se manifiesta con fuerza. Este fin de semana, múltiples ciudades alrededor del mundo fueron escenario de movilizaciones en apoyo a Cuba.
A través de la red social X, el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, expresó: ¨Mientras EEUU persiste en su criminal genocidio contra el pueblo cubano, la solidaridad y el amor de nuestros compatriotas y amigos se multiplica¨. Palabras que resaltan que la lucha por la justicia no se libra en soledad.
Mientras EEUU persiste en su criminal genocidio contra el pueblo cubano, la solidaridad y el amor de nuestros compatriotas y amigos se multiplica.
— Bruno Rodríguez P (@BrunoRguezP) May 26, 2025
Agradecemos el respaldo a #Cuba mostrados este fin de semana desde diversas latitudes del planeta.#TumbaElBloqueo pic.twitter.com/YQCrmajws8
En Chile, durante un encuentro interzonal de solidaridad, se renovó el llamado a levantar el bloqueo y excluir a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo. Lautaro Carmona, presidente del Partido Comunista de Chile, enfatizó el significado de la Revolución cubana no solo para su país, sino para el mundo entero. Su discurso resonó con una crítica contundente a las campañas que buscan desprestigiar el proceso cubano, argumentando que Cuba, en proporción a su población, es un faro de solidaridad al aportar más médicos a las naciones en desarrollo que muchos países más grandes.
Este tipo de movilizaciones no se limita a América Latina. En Ámsterdam y Namibia, la voz de apoyo hacia Cuba se escuchó con fuerza. Cubanos en el extranjero, junto a sus compatriotas namibios, se unieron en una marcha que simboliza la resistencia compartida contra la opresión. Estas acciones nos recuerdan que la lucha de Cuba no es solo una cuestión nacional; es parte de una narrativa global que aboga por la justicia social y la dignidad de todos los pueblos.
La comunidad internacional ha expresado su rechazo al bloqueo en numerosas ocasiones, pero la persistencia del mismo pone de relieve la necesidad de un compromiso renovado por parte de todos aquellos que creen en un mundo más justo. Como bien señala Carmona, la causa del pueblo cubano debe entrelazarse con las luchas de otros pueblos oprimidos, como el palestino, creando una red de solidaridad que desafíe la injusticia en todas sus formas.
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En esta intersección de resistencia y solidaridad, se dibuja un camino hacia el futuro. La lucha del pueblo cubano, alimentada por el apoyo inquebrantable de sus amigos en todo el mundo, muestra que, aunque el bloqueo persista, la esperanza y la dignidad seguirán siendo fuerzas indomables. La historia nos enseña que los pueblos que se unen en torno a ideales de justicia y equidad son los que, al final, prevalecen.




Con información de Prensa Latina
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