Salvar desde la prevención 

“En prever está todo el arte de salvar” es una frase martiana que guía las acciones de los cubanos en distintos ámbitos de la sociedad.

La máxima ocupa espacios en escuelas, centros de trabajo y calles, incluso si el tema guarda relación con la defensa del país y la premisa de resguardar recursos humanos y materiales.

Con ese enfoque basado en la prevención, Cuba realiza el Ejercicio Meteoro como experiencia auténtica en comparación con otras naciones del mundo, y de esta forma, fortalece la capacidad de respuesta ante fenómenos de origen natural y accidentes. 

Entre los días 24 y 25 de mayo acontece la edición correspondiente a 2025, y como es habitual, constituye paso clave para enfrentar el inicio de la Temporada Ciclónica del 1 de junio al 30 de noviembre. De acuerdo con la Defensa Civil de Cuba, las labores a desplegar mantienen el objetivo de reducir vulnerabilidades y garantizar el saneamiento de comunidades y barrios, aspectos esenciales para la protección de la población y la preservación de recursos.

Aunque este fin de semana concentra la mayor parte de las actividades, en los próximos meses habrá otras con similares propósitos. Incluso, antes de la fecha actual, las provincias desplegaron los preparativos.

Es el caso de capital, donde las autoridades realizan desde abril recorridos por zonas vulnerables, organización de aseguramientos, y medidas de protección del personal, las instalaciones, y la economía. Según informa el periódico Tribuna de La Habana, los preparativos tienen la supervisión activa del Teniente Coronel Yunier Hernández Soto, jefe de la Defensa Civil en el territorio. 

En Guantánamo, una nota del Consejo de Defensa Provincial, difundida por el periódico Venceremos, especifica que en el primer día del Meteoro 2025 participan los órganos de dirección y mando, quienes contribuyen a generalizar las experiencias y a ejercitar las estructuras de dirección ante posibles amenazas provocadas por situaciones de desastres. También se trabaja en la cohesión de los Consejos de Defensa y los órganos de dirección, con dinámicas que permiten fortalecer la preparación de los decisores para ofrecer respuestas. El personal de las instituciones especializadas encargadas de garantizar los sistemas de vigilancia y alerta temprana recibe asimismo las instrucciones correctas. 

En tanto, durante la segunda fecha participan trabajadores, estudiantes y el pueblo en general en la realización de acciones prácticas de preparación de las fuerzas que organizan a nivel territorial, el entrenamiento de las diferentes categorías de personal y la población para la respuesta y recuperación de situaciones de desastres.

Desde 1986 Cuba despliega este ejercicio como parte del perfeccionamiento del sistema de defensa civil, tras experiencias devastadoras como el ciclón Flora en 1963. Con el paso del tiempo, además de contrarrestar los posibles perjuicios en temporada ciclónica, ha extendido la capacitación sobre cómo proceder ante sismos, accidentes, y desastres tecnológicos y sanitarios.

Es por ello que en cada provincia cubana combina ejercicios, clases prácticas, simulacros, talleres y seminarios. Mientras que las acciones específicas pueden incluir limpieza de zanjas, drenajes, tragantes y alcantarillas; recogida de desechos sólidos; poda de árboles que representen peligro para tendidos eléctricos y telefónicos; lucha antivectorial; entre otras.

En los planes de reducción de riesgos de desastre participan fuerzas especializadas del Cuerpo de Bomberos, la Policía Nacional, los servicios médicos de urgencia, las Fuerzas Armadas y autoridades del gobierno, así como la población. 

La Defensa Civil de Cuba tiene en el Ejercicio Meteoro una herramienta clave para la protección de la vida, los recursos y la economía nacional ante desastres naturales, tecnológicos y sanitarios, bajo la premisa de que los simulacros y actividades prácticas fortalecen las respuestas e incrementan la percepción de riesgo y la disciplina ante cualquier contingencia.